Voluntariado

Siempre he dicho que la grandeza de Tamaulipas está en su gente.
Gente de trabajo, gente que se esfuerza, que se supera que procura su bienestar y el de su comunidad.
Ser tamaulipeco es distinción, fortaleza… es la identidad que nos llama a todos a dar siempre lo mejor.
Muestra de ello es este significativo evento en el que reconocemos a tamaulipecos que inspirados en su generosidad, en su buena voluntad, en su altruismo nos ayudan a fortalecer nuestras acciones a favor de las familias más necesitadas.

Juntos… estamos ampliando nuestras redes de solidaridad, que hacen posible que personas en desventaja… mejoren sus condiciones de vida y se integren plenamente a nuestra sociedad.
El voluntariado tamaulipeco… tiene para nosotros un sitio muy especial.

Parte del Discurso de la Sra. Lolina F. de Gaza
En el Teatro Amalia Mendoza durante la premiación al Voluntariado 2009

El día de hoy vengo con ustedes a contarles una historia… había una vez un niño que tuvo cáncer en sus ojos y que los tuvo que sacrificar para seguir viviendo. Ese niño con ganas de salir adelante y de aprender cosas nuevas se cruzó por mi camino y al verme con los ojos de su alma me dijo sin voz: “Tú serás la elegida para ayudarme a mí y a otros que como yo vemos con el corazón.” Esa historia hoy tiene un final feliz y se llama Miradas de Esperanza. Este premio que hoy me entregan no es para mí sino para todos los niños invidentes y demás personas a las que he tenido la fortuna de ayudar pues ellos son los verdaderos héroes dignos de reconocer.

A lo largo de mi vida, he comprobado que cuando damos, el más beneficiado no es quién recibe sino quien da. Lo que se aprende al dar es invaluable y ver los frutos de tu trabajo es la mayor satisfacción, porque es en ese momento cuando realmente trascendemos. Decía San Agustín “Da lo que tienes para que merezcas recibir lo que te falta.”

Hoy me siento realmente afortunada de tener unos maestros como los que tengo, que son todos mis niños invidentes; y digo míos porque cada uno de ellos son parte de mi. Ellos me enseñan, me inspiran, me mueven, en pocas palabras, me llenan de vida. El día que gocemos la vida como ellos lo hacen podremos tener un mejor mañana. Ellos han sabido transmitirme lo que dice Emerson respecto al éxito: “Reirnos mucho y muy seguido, ganarnos el respeto de la gente inteligente y el afecto de los niños, ganarnos el aprecio de los más críticos y sobreponernos de la traición de un “amigo” falso, apreciar la belleza, sacar lo mejor de los demás, dejar un mundo mejor ya sea a través de un niño sano o de un jardín plantado… saber que por lo menos una vida ha respirado más fácilmente porque TU has vivido. Esto es haber triunfado” Hoy les puedo asegurar a todos ustedes que mi vida ha sido mejor gracias a mis maestros quienes han triunfado haciendo en mí una gran diferencia.

Todas las personas que nos dedicamos al voluntariado, sabemos lo importante que es contar con apoyos tanto públicos como privados. Los Tamaulipecos somos sumamente afortunados de tener un gobierno como el que preside el Sr. Eugenio Hernández y su esposa Adriana, ya que su calidad humana y compromiso mostrado a los más necesitados han sido fuertes motores que nos impulsan a través del apoyo brindado.

A nombre de todas y cada una de las personas a quienes he tenido la fortuna de ayudar recibo este premio el cual me compromete a nunca darme por vencida, pues estoy convencida que cualquier acción, por más mínima que parezca, puede hacer la diferencia hasta lograr la paz que tanto necesita nuestro mundo pues como decía la Madre Teresa: El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz.

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